Raúl Cañibano: el gesto alegórico. El Nuevo Herald, 03.13.2013

Aldo Menéndez/ESPECIAL/EL NUEVO HERALD

En Hispanoamérica posiblemente no exista otra colección de monografíasde fotógrafos tan prestigiosa como La Fábrica / PHotoBolsillo, que primero estuvo consagrada a grandes firmas del lente español, y que ahora expande su horizonte con Bibliotecas, que recoje un selección de imágenes de fotógrafos africanos y latinoamericanos. Figurar en ella de por sí, da cierto prestigio, pero ser el único cubano hasta la fecha, dice bastante. Entre otras razones porque es un reconocimientoa una trayectoria que se consolida internacionalmente. Además, la cuidada selección de imágenes configura un repaso a las principales etapas y propuestas de Raúl Cañibano (La Habana, Cuba 1961).

PHotobolsillo: Raúl Cañibano, es el nuevo volumen que publica la Biblioteca de Fotógrafos Latinoamericanos PHotoBolsillo con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. El libro recoge 63 fotografías en blanco y negro realizadas entre 1992 y 2012, que ofrecen la mirada más personal del fotógrafo cubano sobre su isla.

De hecho el volumen plantea las bases para organizar y circular una exposición retrospectiva de su obra, precisamente, lo que planearon los prologuistas del libro: Willy Castellanos y Adriana Herrera. Ellos son los mismos curadores que ahora despliegan en las salas de Aluna Art Foundation La Isla Re-tratada, Visión retrospectiva (1992-2012).

Material esencial de este fotógrafo, que nos confronta con re-creados perfiles de su tierra natal, empezando por La Habana, que como toda la isla de Cuba, sigue siendo fotogénica. Ni erosionada la capital de laisla deja de ser generadora de bellezas.

La ruta expositiva facilita la lectura al espectador, primero a través de un portal introductorio variado denominado Inserciones, sincronismos posibles, seguido de las Series: Tierra guajira, Crónicas de la ciudad, Mito y realidad, que integra Fe por San Lázaro y Ocaso, así como Malecón/Donde la ciudad sueña. Conjuntos que ponen de manifiesto el inteligente abordaje de la realidad que hace Cañibano, quien vive en La Habana y es miembro de la Unión Nacional de escritores y artistas cubanos (UNEAC).

Cañibano trata de captar en sus imágenes aquello que les da un sentido diferente al que tienen por naturaleza. Como cuando una hoja de caña sugiere el parche en los ojos que imponían a las gráficas los antiguos censores. Lo mismo ocurre cuando la sombra de la cabeza de un gallo invade el rostro del guajiro que lo sostiene convirtiéndolo en máscara de intenso dramatismo. El centro de cada foto es ese inusitado suceso alrededor de la imagen: la sombra de la escultura de un caballo cortada a la mitad, donde acaba el muro. El niño que envuelve su cabeza en una tela que cuelga de la tendedera, teatralizando la trivialidad del ambiente; propiciando una lectura a muchos niveles.

Si estos absurdos no fueran tan frescos y espontáneos podría decirse que Cañibano los prepara, que los fabrica, o que de algún modo controla la escena. Puede que haya algo de eso, pero sobre todo es oficio y paciencia de cazador, al igual que la larga convivencia del artista con los mundos que explora y quiere reflejar. El fotógrafo necesita compatibilizar con el ambiente, cohabitar con los seres y el paisaje, hasta hallar lo que rompe en cada caso la armonía diaria. Precisa dominar el set, haberlo vivido o vivirlo. Así, al pasar los años, regresa al habitat de su infancia, al Batey de un i genio, allá por Manatí (Las Tunas), de donde extrae la serie Tierra Guajira.

“Algunos fueron viajes muy difíciles”, afirma Cañibano. “En otros tuve la oportunidad de entablar amistad con los campesinos y quedarme en sus casas durante días, compartiendo sus carencias”.

Una exposición digna de verse, combinada con acierto con otra muestra personal “Lightness Sculptures by César Rey”, que nos coloca frente a luminosas criaturas aéreas que modulan con sus destellos verdaderas instalaciones abstractas.

En su país, Cañibano ha expuesto en la Fototeca de Cuba y a través del Fondo Cubano de la Imagen Fotográfica. Su trabajo ha sido reconocido con el primer premio en el Concurso de Artes Plásticas 13 de marzo de la Universidad de La Habana (1997). Recibió una mención en la Primera Bienal de Fotografía Contemporánea, La Llave del Cerro (1995), así como el Gran Premio en el I Salón Nacional de Fotografía (1999) con la serie Tierra guajira. Su obra está recogida en el libro Cuba: 100 años de fotografía cubana, publicado por Lunwerg, y ha participado en eventos internacionales como PHotoEspaña o el Coloquio Latinoamericano de Fotografía de México, entre otros.

‘Raúl Cañibano: La Isla Re-tratada. Una visión retrospectiva (1992-2012)’ en Aluna Art Foundation, 172 W Flagler St., (786) 587-7214 y (305) 305-6471.

Aldo Menéndez es pintor, crítico de arte y curador.

artsituation@gmail.com, www.aldomenendez.com