CABEZA ALUNART
  • An alternative Art Space of Aluna Curatorial Collective

12

Arte salvadoreño contemporáneo en Miami. El Nuevo Herald, 07.27.13

JANET BATET/ ESPECIAL/EL NUEVO HERALD

Cuando en 1992, en medio de las vítores y confrontaciones con motivo de la celebración del quinto centenario del descubrimiento de América, la Biblioteca Luis Ángel Arango, de Bogotá, presentó la icónica muestra Ante América, que después viajó por varios países, Virginia Pérez-Ratton incansable promotora, gestora y pensadora del arte centroamericano hizo la pregunta obligada: “¿Y por qué no está Centroamérica?” La respuesta del curador Gerardo Mosquera que no exime la lamentable ausencia fue: “Porque no se conoce el arte centroamericano”.

Mucho ha cambiado desde entonces la “visibilidad” del quehacer artístico contemporáneo del istmo centroamericano gracias a un esfuerzo mancomunado –estatal y privado– de la región por superar diferencias intestinas y fomentar de modo sistémico la efervescente creación que se registra en el área.

En el arte contemporáneo centroamericano, caracterizado por una concienzuda revisión crítica y de compromiso social, predominan las sólidas propuestas conceptuales que analizan y testimonian la realidad centroamericana. Esta generación, muchas veces identificada como Generación de la Postguerra, se vale generalmente de la fotografía, el video, las instalaciones y el performance como medios idóneos para vehicular sus inquietudes artísticas y sociales.

La exposición Vanishing Points and Convergences: Salvadorean Artists in Perspective, curada por Aluna Curatorial Collective (integrado por el dueto de Adriana Herrera y Willy Castellanos) y abierta ahora al público en el Biscayne Art House, nos propone un acercamiento a la obra de tres artistas salvadoreños contemporáneos: Luis Cornejo, Ronald Morán y Danny Zavaleta.

La obra de Luis Cornejo (San Salvador, 1979), formado en la Escuela de Bellas Artes de Dresde, Alemania, y la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de El Salvador (UES), se caracteriza por universos híbridos donde los límites entre realidad e irrealidad devienen escurridizos. Sus instalaciones pictóricas parten de fotografías publicitarias tomadas de revistas impresas o internet que se amalgaman en un promiscuo pastiche donde coexisten personajes provenientes de dibujos animados, historietas y videojuegos.

Hay un leitmotiv que se impone a través de toda la obra de Cornejo, y es el uso y abuso de la sensualidad femenina que deviene belleza subversiva en su propuesta. De impecable realización, estas divas de pasarela, ataviadas con orejas de Bugs Bunny, trajes de Blanca Nieves, gorros de Pikachú o cargando a Bullet Bill, crean un contrapunto grotesco entre realidad e irrealidad, enfatizado por la inclusión de recursos del pop y de la historieta.

Ronald Morán (Chalchuapa, 1972) es otra prominente figura del arte salvadoreño contemporáneo y conocido en la escena local desde el 2004, cuando The Margulies Collection adquirió su instalación Hogar, dulce hogar.

Vanishing Points… incluye varias de sus icónicas fotografías de la serie Violencia doméstica basadas en instalaciones en las que el artista cubre todo con una especie de velo blanco, eco a un tiempo de imprecisión de la memoria, la pureza y el silenciamiento de la violencia cotidiana en el ámbito de la niñez y lo doméstico.

La exposición presenta también una frágil instalación que dialoga con los laberintos blanquecinos sobre la pared, memoria fotográfica de una instalación del mismo título presentada por Morán en Suiza. Se trata de una escalera cuyos contornos recreados a partir de hilos blancos propone una reflexión acerca de la edificación quimérica de sueños y expectativas. Por supuesto, el alcance de la pieza no puede ser entendido a cabalidad divorciado de la trayectoria de Morán y otras instalaciones como Brevedad inmaterial, 2009, en la que la enrevesada travesía del público estaba resuelta por delicados hilos que predeterminaban el forzoso recorrido: efectiva parábola acerca de la autoridad y el sometimiento en la sociedad contemporánea.

Graduado de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de El Salvador (UES), en la especialidad en Diseño Gráfico y de Estrategias de Comunicación Gubernamental y Comunicación Local, en la Universidad Joséì Simeón Cañas (UCA), Danny Zavaleta (San Salvador, 1981) está interesado en la heterogeneidad del universo urbano salvadoreño. Sus obras se apropian del grafiti de las maras, el folclore, la piratería, conversaciones de la calle, documentos legales, enseñanza en las escuelas, entre otros tantos, para crear una poética urbana de profundo sentido crítico en la que el artista juega con problemáticas esenciales de la sociedad salvadoreña actual tales como territorialidad, culturas alternativas y violencia urbana.

Dos piezas de su exposición personal Made in, 2010, se incluyen en la presente muestra. Conformadas por un mantel y un traje típico salvadoreño, ambos objetos, símbolos de la cultura popular y la cotidianeidad, han sido bordados por mujeres artesanas siguiendo los diseños de Zavaleta. Los motivos escogidos son tatuajes, logos, lápidas, pistolas y puñales que se alternan en sentido rítmico con una cenefa que reza Dios es amor. El cruce simbólico entre los bordados populares y los tatuajes de los pandilleros incrustados en objetos de lo cotidiano genera un discurso tensional entre tradición, subversión de valores y permisibilidad. La serie deviene así una suerte de bordado testimonial, manifestación que proliferó en El Salvador durante el conflicto armado entre ese país y Honduras y en el que niñas y mujeres desplazadas por la guerra y refugiadas en Colomoncagua, hacían uso de esta tradición artesanal bordando sus mantas con episodios de denuncia y exigencias.

El arte contemporáneo centroamericano no sólo goza de excelente salud y de propuestas versátiles y arriesgadas, sino que los artistas producen con un sentido de responsabilidad social y capacidad crítica que, en ocasiones, se echa de menos en otros medios demasiado prestos a las demandas del mercado y la fanfarria de las ferias de arte.

Esperemos que pronto se sucedan más muestras de arte centroamericano en Miami. No sólo es imprescindible nuestra implicación en la divulgación y promoción del arte del área sino que tenemos mucho que aprender de esta región, paradójicamente, tan distante y tan cercana.

Janet Batet es escritora, curadora y crítica de arte. Escribe de arte para diferentes publicaciones, galerías y museos.

‘Vanishing Points and Convergences: Salvadorean Artists in Perspective’, en Biscayne Art House, 1548 Brickell Ave. (305) 856-2525 ext 201, www.biscaynearthouse.com

 

 

MENU ALUNART FOOTER